No es ningún descubrimiento que hay ciertos trabajos en los que la relación profesional-cliente supone un acercamiento entre dos personas a nivel muy intimo. Y estoy hablando de cosas como la fisioterapia, la estética, medicina, quiromancia, reflexoterapia, danza, no digamos la psicología clínica……… Y curiosamente todas ellas suponen un contacto físico. Hay que tocar al cliente.
Cuando maquillo a alguien casi siempre se acaba charlando sobre cualquier cosa. Sobre cualquier cosa personal, muchas veces intima, a veces simplemente asuntos de la vida que nos preocupan. Es genial. Creo que muchas veces la amistad incipiente que tengo con una persona aumenta según se acorta la distancia en el espacio con esa persona. Que alguien deje que invadas su espacio intimo (50 cm. Alrededor de su cuerpo) es una gran muestra de su confianza hacia ti. Creo que ya se porque es tan difícil conseguir un cliente. Si a esto le sumamos que se juega su piel, su bienestar, su imagen…. Que más se puede pedir?
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